lunes, junio 30, 2025
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Vivir la diabetes: la inspiradora historia de cambios y aceptación de una joven sanjuanina, que trasciende sus límites día a día.

La historia de vida de nuestra protagonista está marcada de mucha resiliencia, fortaleza y resistencias pero sobre todo de una gran aceptación. El comienzo de una enfermedad, su evolución junto con la tecnología y el testimonio en primera persona de alguien que día a día vence los límites que sólo las personas que viven con diabetes pueden describir y afrontar. Ahora San Juan decidió entrevistar a Carla Contrera una joven que hace 20 años vive la diabetes y es fuente de inspiración en todos los aspectos de su vida.

Hoy, 14 de noviembre, es el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad crónica que ha alcanzado proporciones epidémicas y que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente, o el cuerpo no es capaz de utilizarla eficazmente. “La diabetes no me controla, yo la controlo a ella, aunque haya días de altibajos, lo importante es no bajar los brazos y educar a las personas a nuestro alrededor, aceptarnos y que nos acepten”, comienza diciendo nuestra protagonista.

Carla, es una joven de 28 años que estudia Ingeniería, trabaja y que tiene más de un hobby que la apasiona en la vida.

Nuestra carismática entrevistada nos cuenta que la diabetes es un mundo con luces y sombras en el camino, para las personas que tienen esta enfermedad, para sus familias y todos los que las rodean. “Es díficil muchas veces aceptar que de la mano de su diagnóstico vienen muchos cambios. La vida cambia y uno cambia con ella”. 

Los síntomas pueden ir desde el aumento de la frecuencia urinaria, de la sed, del hambre y una bajada de peso inexplicable, hasta el entumecimiento de las extremidades, dolores de los pies, fatiga y visión borrosa, pasando por infecciones recurrentes o graves y/o pérdida de la conciencia o náuseas y vómitos intensos o estado de coma.

A nuestra protagonista, le diagnosticaron diabetes a los 8 años de edad, hace veinte años, después de sentir estos confusos síntomas. Desde ese momento, mi vida cambio. Mis padres se sentían agobiados porque costó mucho encontrar médicos que llevarán bien mi enfermedad y que me hicieran salir adelante, yo era muy pequeña y no tomaba dimensión de lo que estaba sucediendo. Luego me lograron establecer con médicos de Mendoza, pero de todas maneras se me hacía muy díficil aceptar los cambios con la mirada de niña. Uno tiene que tener mucho control, llevaba mi comida y bebida a los eventos y cumpleaños, sumado a aprender a manipular yo misma la insulina con tan corta edad y ante cualquier cambio era un empezar de nuevo. Mis padres han sido un pilar fundamental en mi vida.

Allí comenzó mi travesía, miles de estudios, inyecciones de insulina y muchos pinchazos. La diabetes, al principio, te cambia mucho la vida sobre todo porque tenés que estar pendiente las 24 horas del día, pero es una enfermedad con la que se puede convivir perfectamente y llevar una vida normal, pero nunca hay que bajar la guardia porque es peligroso tener el azúcar alto; a corto plazo es más peligroso tenerlo bajo, tener una hipoglucemia, que a mí me han dado varias veces. Me ha pasado a veces, que me he quedado inconsciente estando dormida y es muy peligroso y una sensación horrible”, nos asegurá nuestra entrevistada.

Durante todo ese tiempo escuché tantos malos comentarios de gente que realmente desconoce y desinforma como «no te debes cuidar», «te gusta mucho lo dulce», preguntas sin sentido de otros niños y de sus padres sobre todo, que debo haber respondido muchas veces sin ganas, que son parte de la estigmatización que se genera producto de estos mitos que existen aún en nuestra sociedad. Incluso hoy, con la nueva tecnología en la que usamos un parche para controlar de manera habitual el nivel de glucosa, sin pinchazos, la gente los confunde con un chip localizador o con cualquier otra cosa que te puedas imaginar. Y lo peor es que lo repiten a diario».

“La diabetes me ha hecho más responsable, más madura de cara a todo y también con estas cosas que te comento, trato de informar a mi entorno y que ellos también lo hagan con los suyos y así, se produce una cadena. Tengo una amiga que si vamos a comer o salimos a bailar y no hay alguna bebida zero azúcar se vuelve loca, y así muchos ejemplos de que los que te conocen y te quieren se interesan siempre en verte bien”.

En cuanto a vivir la diabetes, Carla, nos relata que una vez que pasó el largo proceso de aceptación acompañada por profesionales y sobre todo con el amor de sus incondicionales padres y amigas, comenzó a realizar deportes, “hago trekking y bici, siempre me gustaron, pero con el cambio acepte que también me hacían bien. Las primeras veces que hacía ciclismo, salía de manera improvisada y me descomponía, hasta que aprendí a llevar mis caramelos, azúcar o cualquier ayuda para el camino”.

Con respecto al estudio, Carla se encuentra cursando el último año de la carrera universitaria para convertirse en ingeniera civil. Nos cuentan desde su entorno que siempre ha sido muy estudiosa y responsable y que además es de hacerse de amigos en el camino. En su adolescencia, la eligieron de mejor compañera en su escue la y fue premiada. También es madrina de un pequeño niño llamado Benicio, a quién nos cuenta que ama mucho.

Además, nuestra entrevistada aparece en redes, siempre acompañada de su fiel compañero, su perro Balto, quien la acompaña en las agobiantes horas de estudio.

Cuando se indaga en las vivencias subjetivas de las personas con diabetes, se lleva a la reflexión para entender las necesidades de éstos, se conocen las limitaciones que tenemos como sociedad con respecto a ciertas enfermedades. Hoy elegimos esta historia para inspirar a otros, una joven que lleva sus propias batallas con orgullo y muy bien acompañada, que nos cuenta desde una nueva mirada, fruto de su experiencia, todo lo que nos falta crecer y experimentar desde la información a nuestra población. Ella, que aparece con su risa contagiosa, con su luz y conocimientos haciendo parecer una historia díficil un poco más fácil.

«Me pincho entre 10 y 12 veces por día y me coloco insulina correctiva antes de cada comida. A ninguna persona le gusta lo que conlleva vivir con diabetes y si me dieran la posibilidad de no tenerla, la eligiría sin pensarlo, pero es algo que te puede pasar a cualquier edad y aceptarlo con todo lo que eso implica, es la parte fundamental. No te puedo decir que se acepta de una vez y para siempre porque en cada etapa aparecen nuevas resistencias, pero te aseguro que aunque el camino no es fácil, se puede aceptar, y re aceptar».

Diabetes, una dura enfermedad que afecta a gran población en San Juan.

La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía.
El cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que come en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía. Con diabetes, el cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Todavía no existe una cura para la diabetes, pero perder peso, comer alimentos saludables y estar activo realmente puede ayudar
Tipos de diabetes
Existen tres tipos principales de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo).
Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 es causada por una reacción autoinmunitaria (el cuerpo se ataca a sí mismo por error). Esta reacción impide que el cuerpo produzca insulina. Aproximadamente del 5 al 10% de las personas que tienen diabetes tienen el tipo 1. Por lo general, los síntomas de esta diabetes aparecen rápidamente. Generalmente se diagnostica en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Las personas que tienen diabetes tipo 1, deben recibir insulina todos los días para sobrevivir.
Diabetes tipo 2
Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales. Aproximadamente del 90 al 95% de las personas con diabetes tiene la diabetes tipo 2. Es un proceso que evoluciona a lo largo de muchos años y generalmente se diagnostica en los adultos (si bien se está presentando cada vez más en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes). Es posible que no se sienta ningún síntoma; por lo tanto, es importante hacerse análisis de niveles de azúcar en la sangre. La diabetes tipo 2 se puede prevenir o retrasar con cambios de estilo de vida saludables, como: bajar de peso si tiene sobrepeso, hacer actividad física y comer saludablemente.

/Imagen principal y contenido: ©fotos redes protagonista/

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