¡Un golazo de cuatro patas! El fútbol rumano fomenta la adopción de perritos en cada partido.

En Rumania, decidieron implementar el programa Llena el vacío en tu vida, que junta al fútbol con la idea de darle un hogar a los animales que no lo tienen.

En ese contexto, la Federación Rumana de Fútbol (FRF) busca promover la adopción de perros que se encuentran abandonados en todo el país europeo e incluso habitan en perreras a la espera de que alguien pueda darle un nuevo hogar.

Desde el pasado domingo, nada menos que en en el clásico más importante del país, los futbolistas del Steaua de Bucarest y del Dinamo también de la capital rumana salieron al campo de juego con un perro en sus brazos. A la cancha entraron 11 jugadores con 11 perros a upa, todos ellos provenientes de la perrera municipal de Branesti.

El derbi rumano terminó 6-0 para los locales, aunque semejante resultado logró pasar a segundo plano. El duelo recorrió los portales de todo el mundo por la tierna imagen con la que los futbolistas posaron en la clásica foto protocolar de los dos equipos y el cuerpo arbitral.

Los perros, aplaudidos entre los hinchas de ambos clubes, entraron a la cancha con correa y un pañuelo que indicaba su nombre. Esto es para que si había espectadores con el deseo de adoptarlos inmediatamente, pudieran elegirlo sin problemas de acuerdo a su identificación. Los animales se encuentran «vacunados, esterilizados, desparasitados y preparados para ser adoptados», informaron fuentes oficiales.

La federación decidió que este proyecto se sostenga en el tiempo y por eso cada partido de la Liga 1 tendrá esta ceremonia inicial. Los jugadores ingresarán al campo con animales de la perrera local y los espectadores podrán adoptarlos una vez que el juego termine, además de concientizar sobre esta buena acción al resto de los ciudadanos que miran el espectáculo desde sus casas.

La organización Save The Dogs, que se encarga de proteger a los perros, reconoció esta «fantástica iniciativa» y agradeció a la Federación Rumana de Fútbol por este paso histórico, a la espera de que «cambie el rumbo« de la adopción de animales en todo el planeta.