Los cafeteros forman parte del paisaje típico de la ciudad, en especial en los alrededores del imponente Centro Cívico. Hay veredas con dos o tres vendedores y los pasillos de los jardines internos también están quienes ofrecen a los ciudadanos un desayuno a un módico precio. Sin embargo, sobre calle España sólo está Rubén y Ahora San Juan dialogó con él.
Ruben Borbore es un santaluceño joven, de 29 años. Las circunstancias de la vida lo llevaron a ser vendedor ambulante muchos años, en distintos lugares de la Capital sanjuanina. Antes de la pandemia por coronavirus vendía únicamente tortitas en la vereda de la Obra Social Provincia, al tiempo decidió agregar café porque «los clientes siempre me preguntaban si tenía café, así que ví que podía ofrecer algo más».
De pocas palabras y con un talento nato para escuchar, Rubén oye el sonido de su despertador a las 4.40 am de lúnes a viernes. Pone agua a calentar para llenar sus termos con café y se prepara para pasar a buscar sus clásicas semitas, «las compro en el mismo lugar de siempre, porque son ricas y de buena calidad, me gusta ofrecer cosas que estén bien y hasta el momento a todos les gustan estas semitas».
Luego monta todo en su bicicleta para llegar antes de las 7 de la mañana a su lugar de trabajo, la vereda del Centro Cívico que está sobre calle España y calle Laprida. Nada hace que Ruben falte a su trabajo, ni el frío intenso, ni la lluvia, viento, o calor.
El motivo de elegir esa ubicación, sólo a un buen observador se le hubiese ocurrido «por Las Heras hay varios vendedores, por libertador también, acá estoy yo sólo. Ya tengo mi clientela y siento que no se la quito a nadie».
Una charla con Ruben, un café y una semita, un clásico desayuno capitalino.
