El Papa Francisco dijo que «los abuelos, que han alimentado nuestra vida, hoy tienen hambre de nosotros, de nuestra atención, de nuestra ternura, de sentirnos cerca. Alcemos la mirada hacia ellos, como Jesús hace con nosotros», al encabezar la misa de Ángelus dedicada «a los abuelos y las personas mayores».
«Sufro cuando veo una sociedad que corre, atareada e indiferente, afanada en tantas cosas e incapaz de detenerse para dirigir una mirada, un saludo, una caricia. Tengo miedo de una sociedad en la que todos somos una multitud anónima e incapaces de levantar la mirada y reconocernos» agregó.
El día de ayer, 25 de julio, se celebró la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores convocada por Francisco.
«El verdadero milagro, no es la multiplicación que produce orgullo y poder, sino la división, el compartir, que aumenta el amor y permite que Dios haga prodigios», sintetizó el Papa, quien añadió que «tampoco hoy la multiplicación de los bienes resuelve los problemas sin una justa distribución».
Durante el inicio del encuentro eclesiástico, Francisco expresó «¡Sin el diálogo entre abuelos y nietos la sociedad no puede ir adelante!».