Manifestación golpista en Brasil: La reacción de los líderes sudamericanos.

El presidente colombiano Gustavo Petro y su par de Chile, Gabriel Boric, fueron los primeros líderes sudamericanos en repudiar las manifestaciones golpistas que tienen lugar en Brasilia, donde simpatizantes bolsonaristas invadieron las sedes del Ejecutivo, del Legislativo y del Tribunal Supremo de Brasil.

«Toda mi solidaridad a Lula da Silva y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática», escribió Petro en sus redes sociales.

«Propusimos que se fortaleciera el sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos, pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha«, completó su mensaje el colombiano.

Por su parte, y mientras se espera la palabra de Lula da Silva, quien aún no se ha pronunciado al respecto, el chileno Gabriel Boric se solidarizó con el flamante gobierno brasileño.

«Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas. El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia«, manifestó el mandatario trasandino.

Desde Argentina, el canciller Santiago Cafiero pidió alzar la voz «en defensa de la democracia brasileña».

«Frente a las acciones golpistas de la derecha en Brasil, manifestamos nuestra solidaridad con Lula da Silva y alzamos la voz en defensa de la democracia brasileña», escribió Cafiero en su cuenta de Twitter.

Lula, que asumió la Presidencia de Brasil el pasado 1 de enero, se encuentra de viaje en la ciudad de Araraquara, en São Paulo.

Mientras tanto, en horas de la tarde, centenas de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron la sede del Congreso Nacional, las sedes del Tribunal Supremo y el palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.

Los radicales, que defienden tesis golpistas, rompieron los vidrios y causaron daños en el interior de las sedes de los edificios.

«Este intento absurdo de imponer la voluntad por la fuerza no va a prevalecer. El Gobierno del Distrito Federal (de Brasilia) afirma que habrá refuerzos. Y las fuerzas de las que disponemos están actuando», dijo el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino.