Barbara Higgins es una profesora estadounidense que se ha convertido en madre a los 57 años.
Hace apenas unos días, Barbara pudo ver la cara de su tercer hijo, al que ha llamado Jack, y que la ha convertido en la mujer con más edad en dar a luz de manera natural en el estado de New Hampshire.
Jack llega después de que Barbara y su marido Ken estuviesen intentando concebir de manera natural sin éxito. Su deseo por tener un tercer hijo llegó en 2016, cuando perdieron a su hija Molly por un tumor cerebral. Tras algunos años de duelo, decidieron hacer lo posible por aumentar su familia.

A partir de los 50 años es prácticamente imposible que una mujer pueda concebir de forma natural. Tras mucha búsqueda, la pareja encontró una clínica de fertilización in vitro (FIV) en Boston dispuesta a tratar a una mujer mayor de 50 años. Esta edad es el límite que suelen poner las clínicas para aceptar un tratamiento de fertilidad, por los riesgos que conlleva un embarazo avanzado.
Lo que más se cuestiona en quienes deciden ser madres a edades muy avanzadas es que, debido a su edad, podrá compartir poco tiempo con su hijo y no lo verá crecer. Sin embargo, la madre responde: «Nadie da a luz a un bebé y sabe con certeza que estará vivo para ver crecer a ese bebé. No sé cómo seré yo en 10 años, pero ¿cómo estarás tú en 10 años? ¿Y por qué Jack no debería estar vivo porque yo soy vieja?»
También tiene mucho que ver la vitalidad. A la edad en la que un niño más te requiere, a ciertas edades ya no tienes la energía necesaria para seguirle el ritmo. Pero eso no es problema para Barbara, quien practica Crossfit y levantó pesas hasta el día del nacimiento de su bebé.
Nada es imposible cuando la maternidad es deseada.