Hasta el momento, la hipótesis que más fuerza toma es que la niña haya sido captada por la fuerza. Línea de investitación que comenzó a seguirse las declaraciones de sus primos, quienes jugaban con la niña durante esa tarde, y luego vieron que se alejaba y alertaron a la familia. Algunos de ellos dijeron que «le taparon la boca», mientras que otra prima de 3 años, manifestó que la vio irse «con una nena grande como Lucy», en referencia a una tía que tiene cerca de 20 años.
Esos datos describen a una mujer de unos «20 años», «vestida de negro» y que coincidieron con una de las pistas de que obtuvo la Policía: a partir de las imágenes de una cámara de seguridad ubicada a 700 metros de la casa de la tía de Guadalupe, que si bien «la imagen es muy mala» y se «ve borrosa», «a priori se ve a una mujer vestida de negro y a su lado se observa una silueta que da toda la impresión que es una nena».
Luego de esto, se conoció el testimonio de una mujer oriunda de Salta, que declaró ser víctima de trata de personas y sostuvo ante las autoridades -al ser trasladada a San Luis- que «que una persona que está a cargo de una red de trata le había dado información sobre el secuestro de la niña y afirmó que sabe dónde está Guadalupe».
Desde el día que Guadalupe fue vista por última vez, Susana Trimarco, madre de Marita Verón y símbolo de la lucha contra la explotación sexual, se mantuvo en comunicación estrecha con Cialone. Además, dispuso los esfuerzos de su Fundación María de los Ángeles para encontrar a la niña, viajó a San Luis y anunció que se constituirán como parte en la causa en representación de la madre.
