Después de dormir durante 800 años, el volcán Fagradalsfjall, ubicado en Islandia, a pocos kilómetros de la capital, Reykjavik, comenzó a erupcionar. La lava comenzó a brotar a través de una pequeña grieta en el monte hace unos días.

La zona fue, como todos esperaban, bloqueada al público. Pero desde el sábado por la tarde se permitió a las personas hacer trekking por el lugar. Y ha sido una gozada para los visitantes, ya que la actividad volcánica suele ocurrir en lugares bastante remotos. Pero en esta ocasión, el monte Fagradalsfjall se encuentra a solo unos 40 kilómetros de la capital, y se puede acceder fácilmente mediante una caminata de 30 minutos.

Pese a las alertas de altos niveles de contaminación por gas, este volcán que ha despertado de su largo sueño se ha convertido en un verdadero imán turístico. Miles de excursionistas han acudido en masa a contemplar su espectáculo.