NOTA de OPINIÓN por el Embajador de Rusia en Argentina Dmitry Feoktistov
Prestamos la atención al dicho documento de la Cancillería, dedicado a los dos años de la Operación Militar Especial.
Con asombro y decepción vimos en el texto una serie de elementos difundidos por la propaganda ucraniana para moldear la opinión a su favor.
El comunicado comienza con una “firme condena a la invasión” y exhortación a la Federación de Rusia “a cesar inmediatamente en el uso ilegítimo de la fuerza”. Se indica también que el Gobierno argentino respeta los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
En este sentido, quisiéramos recordar que el motivo de la intervención de Rusia en la situación en Ucrania fue el ataque de las fuerzas armadas ucranianas contra Donbass en violación de los Acuerdos de Minsk aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Rusia en sus acciones se guió por el artículo 51 de la Carta de la ONU, que estipula el derecho de defensa, individual o colectiva.
Compartimos el compromiso con las normas del Derecho Internacional, pero insistimos en que las mismas se apliquen en su totalidad y de forma interconectada, incluidas las relativas a la igualdad soberana de los Estados, la no interferencia en sus asuntos internos, el respeto a la integridad territorial y el derecho de los pueblos a autodeterminación.
Buenos Aires expresa preocupación por “el traslado de niños dentro de Ucrania y su deportación ala Federación de Rusia”. En este contexto, vale la pena destacar que durante diez años a partir del golpe de estado en Kiev, cientos de niños han sido asesinados y heridos en Donbass. La víctima más joven de la agresión ucraniana tenía apenas 27 días de edad.
Los niños fallecían debido a los bombardeos y fuego de francotiradores, pisaban las minas colocadas por el ejército ucraniano en senderos forestales y cerca de depósitos de agua, y resultaban gravemente heridos.
Después del comienzo de la Operación Militar Especial, cerca de cinco millones de personas fueron evacuadas de la zona del conflicto armado, entre ellos más de 700 mil menores, incluyendo alumnos de internados para huérfanos e infantes sin cuidado parental.
Resulta que nos culpan de salvar a los niños de los bárbaros bombardeos llevados a cabo por la junta de Kiev a instancias de sus amigos occidentales que le suministran sistemas de artillería de largo alcance.
Los rescatados no tienen obstáculos para reunirse con sus familias. Se puede hacer lo contactando a la Comisionada para los Derechos del Niño ante Presidente de la Federación de Rusia, María Lvova-Belova, o las estructuras oficiales de Ucrania, que transmiten información correspondiente a los organismos gubernamentales rusos.
En caso necesario, participan en el proceso mediadores, incluidos representantes de Qatar y el Enviado especial del Papa, el cardenal Matteo Zuppi. Decenas de niños ya han regresado a sus padres.
Moscú es acusada de violencia contra civiles y ataques a la infraestructura civil.
Respondemos de nuevo: Rusia utiliza sólo armas de alta precisión y ataca exclusivamente objetivos militares. Pero Ucrania no se considera sujeta a las obligaciones del derecho internacional humanitario y continúa cometiendo actos terroristas.
El pasado 15 de febrero, las fuerzas armadas de Ucrania efectuaron otro ataque masivo contra zonas residenciales de la ciudad rusa de Belgorod. Fallecieron 6 personas, incluido un niño. 17 ciudadanos fueron heridos, cuatro de ellos – niños. Resultaron dañados edificios, automóviles, una de las empresas industriales y una tienda. Esta acción fue llevada a cabo sin ningún sentido militar, igual quemuchas de las anteriores.
Otra acusación infundada contra Rusia se refiere a la amenaza para las instalaciones de infraestructura nuclear.
De hecho, todo es exactamente lo contrario: ese peligro realmente existe, pero porque los ucranianos bombardean repetidamente la central nuclear de Zaporozhye.
Hace poco, el 14 de febrero, los edificios de este complejo fueron atacados por vehículos aéreos no tripulados. Y no fue el únicosuceso: el verano pasado, drones ucranianos asaltaron la Central Nuclear de Kursk. Se puede recordar la explosión de la presa de la Central Hidroeléctrica de Kajovka en verano de 2023, que provocó un desastre medioambiental a gran escala y también dañó el sistema de refrigeración de la Central Nuclear de Zaporozhye.
Argentina insiste en que el conflicto ucraniano se resuelva mediante la desescalada y el diálogo. En este sentido recordamos que nunca hemos renunciado a las negociaciones. En 2022, se llevaron a cabo varias rondas de contactos ruso-ucranianos, las partes estaban cerca de un acuerdo de paz, pero al final el Occidente obligó a Kiev a retirarse de este proceso.
Vladimir Zelensky firmó un decreto que prohíbe negociar con las autoridades de Rusia, aunque es obvio para todos que es imposible resolver el conflicto sin de nuestro país.
En lugar de eso, tenemos la “fórmula de paz”ucraniana, un conjunto de exigencias poco realistas en forma de ultimátum para la Federación de Rusia que se promuevan con la ayuda de los Estados Unidos y la Unión Europea.
Esperamos que nuestros socios argentinos analicen objetivamente los hechos anteriores y hagan caso a nuestros argumentos.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.
@Embajada de la Federación Rusa en Argentina